El nuevo volcán en Cumbre Vieja continúa con su erupción desde hace más de una semana. La situación, dicen desde La Palma, lejos de mejorar... empeora. Y es que hoy se ha vivido uno de los días más complicados, según los propios vecinos de la isla.
Por el momento, según los últimos datos de las autoridades, la lava cubre ya 258 hectáreas después de destruir casi 600 edificaciones, entre ellas, la iglesia y el colegio de Todoque, que, a la espera de conocer datos oficiales, parece una de las localidades más afectadas.
Según los expertos, Cumbre Vieja ha entrado hoy en una fase hawaiana, caracterizada por una mayor fluidez de la lava, que se ha desplazado a más velocidad. También ha ayudado el hecho de que la nueva colada de lava transcurría encima del magma solidificado, todavía caliente, de las coladas de días anteriores.
Y todo esto mientras esta pasada madrugada se originaba una nueva colada de lava (la tercera), que se unió poco después a la principal.
En estos momentos, lo que sigue preocupando es que la lava, además de seguir destruyendo todo lo que encuentra a su paso, llegue al mar. No obstante, los vulcanólogos advierten de que el riesgo de que los ríos de lava alcancen en algún momento la costa es real, por lo que los vecinos que viven en los alrededores, en la zona de exclusión, tienen que permanecer en sus casas confinados sin salir y con puertas y ventanas cerradas.
Este confinamiento se mantiene debido a que en el momento en el que la lava (con todos sus componentes procedentes del volcán y a cerca de 1.100 grados centígrados) se mezcle con el agua salada del mar (a unos 20 grados, aproximadamente), generará una peligrosa reacción química con una nube tóxica altamente peligrosa para la salud.
De hecho, cabe recordar que en la última erupción volcánica de la isla de La Palma, hace 50 años, la única víctima mortal del "despertar" del volcán se produjo, precisamente, en el momento en el que el magma llegó al mar.
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