Como en casa en ningún sitio. Esta popular expresión resulta un tanto paradójica para los vecinos de los Bloques de La Florida, que claman en un grito ya desesperado por su derecho al descanso y devolver al barrio la paz y seguridad que unos pocos les están arrebatando
Peleas, robos, agresiones, amenazas, incendios, tráfico de drogas, gritos, viviendas okupadas y música a todo volumen hasta las tantas. Es la pesadilla que tienen que soportar día sí día también (y noche) miles de ciudadanos en este barrio de L’Hospitalet. Imposible conciliar el sueño, temor a salir a la calle, a cruzarse con ellos, incluso a mirarles… Vivir en esta zona de la ciudad resulta incompatible con el descanso y el bienestar que toda persona requiere. Por ello, recientemente hemos hablado con gente de La Florida para que nos explique la situación, cuál es el origen de esta oleada de delincuencia y cómo están lidiando con ella.
L’Hospitalet de Llobregat es una ciudad y municipio catalán con una población de unos 265.000 habitantes. Está dentro del área metropolitana de Barcelona y colinda al sur con el municipio de mismo nombre. La población se disparó con el auge de la industria, principalmente durante los años 50 y 60, y con la llegada de alrededor de 70.000 inmigrantes procedentes de Latinoamérica y el Magreb, concretamente de Marruecos. L’Hospitalet es definido por la población local como una ciudad de clase obrera: el salario promedio no alcanza los 1.300 euros, frente a los casi 2.000 de la Ciudad Condal.
L’Hospitalet, siempre ha sido percibida como una ciudad peligrosa. Hasta mayo de 2021, según datos del Ministerio del Interior, la ciudad registró 6 agresiones sexuales, 1012 hurtos, 123 robos con fuerza en domicilios y establecimientos, 306 robos con violencia e intimidación, un secuestro y 49 sustracciones de vehículos. Si comparamos los datos con los del primer trimestre de 2020 y 2019, se aprecia un descenso en la delincuencia, a excepción de los delitos de tráfico de drogas, que suben hasta los 28. En cuanto a infracciones penales, la ciudad se sitúa al mismo nivel que otras como Valencia (con más de 790.000 residentes), con una media de 13 por cada 1.000 habitantes, ligeramente inferior a Madrid (14) y Barcelona (15’5).
El gobierno municipal del PSC ha replicado con estos datos a los vecinos, especialmente de la zona norte, aquejados de la inseguridad en sus calles. José Castro, concejal de Seguridad socialista, se defiende mostrando datos que reflejan un descenso de un 4% en el índice de victimización, es decir, las personas que han sufrido un delito, y achacando el aumento de la delincuencia a la “sobreexcitación” tras el final del Estado de Alarma. La realidad es que las explicaciones del consistorio contrastan con las denuncias vecinales, especialmente en los barrios del norte, como Collblanc, Pubilla Cases, la Torrassa y La Florida. Es en este área de la ciudad donde se concentra la mayoría de locales hosteleros, es decir, que tres barrios de los trece que hay en la ciudad concentran el 60% de los bares, lo que convierte a esta zona en una de las más calientes durante la noche, muy frecuentada por jóvenes que se acercan desde otros distritos de L'Hospitalet.
En este área de la ciudad hallamos un barrio llamado La Florida, con unos 30.000 habitantes (según datos del 2019) en tan sólo 0.38 km cuadrados, lo que convierte a este barrio en el de mayor densidad poblacional de toda Europa. Casi la mitad (un 47%) de los residentes son de origen inmigrante y es considerada como una de las zonas más marginales y deprimidas del propio Hospitalet. La Florida pertenece al distrito IV junto a Les Planes, y se ha convertido en el epicentro de la violencia y degradación de la ciudad.
Los actos de incivismo y de violencia en el barrio han llevado al hartazgo de los locales, que se sienten abandonados por las instituciones en su lucha por devolver la seguridad y el sosiego al entorno. Hemos charlado con gente de los Bloques de La Florida, la zona más emblemática del barrio, para que nos expliquen con detalle qué es lo que está sucediendo.
En primer lugar, señalan que no es una cuestión del fin de las restricciones, tal y como adujeron desde el gobierno municipal, ya que durante el confinamiento y el estado de alarma se sucedían las problemáticas: "En Hospitalet las restricciones nunca llegaron. Se hacían fiestas en la calle, sacando mesas y altavoces, incluso Morad venía con su séquito a grabar videos a las tantas de la noche, ahora que no hay restricciones, a diario están en la plaza, consumiendo drogas, con la música a tope y gritos y amenazas a los vecinos que se quejen".
La Guardia Urbana interrumpe la grabación de un videoclip de Morad este pasado verano
A la pregunta de si los episodios de inseguridad están extendidos o son más propios de La Florida, nos comentan que, aunque "L’Hospitalet es en general zona de guerra, en los Bloques de La Florida está lo peor, en Ochoa se llegan a juntar 100 personas cada noche", y añade, "anoche en los Bloques estaban los Mossos buscando a un grupo que supuestamente iban armados con machetes".
Y es que no son sólo los botellones, el ruido y los gritos, también se producen todo tipo de trifulcas, reyertas y carreras con motocicletas y quads, en las que participan incluso menores de edad. La zona es totalmente hostil para la Guardia Urbana y los Mossos: "Pasan por al lado y les dejan a lo suyo, otras noches van a por ellos y les toca salir corriendo porque los apedrean e incluso los siguen para echarlos del barrio, eso es el día a día".
Actos vandálicos con quema de contenedores
La Florida ha sido históricamente una zona donde la delincuencia es algo habitual pero que ha ido en incremento, descontrolándose a lo largo de los años: "Los Bloques siempre ha sido un barrio difícil de controlar, pero siempre nos conocíamos todos y las cosas nunca iban más allá". La mitad de la población del barrio es de origen inmigrante, y aunque "la mayoría son gente honrada y trabajadora", en horario nocturno la plaza es frecuentada "mayoritariamente por marroquíes y algún latino".
Este el sonido ambiente habitual a las tres de la madrugada
"Hace dos noches estuvieron desde las once hasta las cinco de la madrugada un grupo de unos 30 pegándose y discutiendo. A la policía la avisas y viene cuando puede".
Según los vecinos de la zona, todos los días “se ponen en el parque a fumar porros y a pegarse de hostias. Aquí lo que hay es mucho movimiento de droga". Resulta sorprendente que muchos de ellos son "críos", no llegan a la mayoría de edad. Otro de los motivos de alarma son la cantidad de armas blancas que poseen y ya no es la primera vez que hay tiroteos, "la última vez en Navidad, un botellón con más de 100 personas que se les fue de las manos y alguien sacó una pistola".
MORAD
Los vecinos claman al unísono que uno de los principales responsables de la situación, es Morad. Este joven de origen marroquí es un cantante del género trap que desde hace meses lleva a su "séquito" a la zona de los Bloques, donde graban videoclips para sus canciones sin ninguna autorización, haciendo uso de la vía pública a su antojo y amenazando a la policía cuando se presenta en el lugar avisada por los vecinos, indignados por el estruendo de los vehículos, los gritos y la música.

Morad, durante una reciente entrevista para el Periódico de Cataluña
"Uno de los problemas más grandes ha sido Morad, se pone a grabar con varios coches, la música a todo volumen con gente que no es del barrio y les decía que aquí todo se permite, encima cuando aparecía la policía se enfrentaba a ellos y como no pasaba nada la juventud del barrio lo imita, incluso críos de 5 años".
Uno de los vecinos de los Bloques nos arroja más detalles sobre los alborotos ocasionados por Morad: "Son unos 50 incluyendo gente de aquí, y aunque son los mismos no todas las noches son el mismo grupo, cuando hay videoclip vienen todos juntos, tienen la plaza ocupada hasta las 5 de la madrugada, y que nadie se atreva a ponerse ahí".
Morad, además de trapero es un delincuente habitual, así se refleja en sus múltiples antecedentes policiales. Y es que ya ha sido detenido en varias ocasiones y tiene pendiente un juicio por robo frustrado en el barrio de Putxet, por el que la Fiscalía pide 2 años y medio de prisión, tanto para él como para su compinche. Ambos están acusados de los delitos de robo con violencia en grado de tentativa y amenazas. Es habitual verle desafiante y agresivo ante la Guardia Urbana y los Mossos cuando se acercan al barrio para poner orden.
Ya el pasado mes de julio, el cantante fue detenido en esta misma zona de los Bloques. Las fuerzas del orden se desplazaron a la plaza durante la madrugada, aún con el toque de queda en vigencia, por un escándalo que no permitía dormir a los vecinos. Morad y un grupo de amigos que lo acompañaban arremetieron contra los agentes a base de botellazos y golpes. Finalmente, el trapero fue arrestado, acusado de atentado, desobediencia y resistencia. También se le requisó un arma prohibida. Recientemente, había sido protagonista por la agresión sufrida por su actual pareja por parte de la exnovia del cantante, que la acuchilló tras irrumpir en su domicilio.
Cámaras de seguridad grabaron a Morad el día en el que intentó cometer un robo en un domicilio de Putxet // Foto: La Vanguardia
Sus canciones ya dejan caer su aversión a la policía: "Cataluña, Fuck Mossos d'Esquadra", cantaba en su tema 'Paranoia'.
Video: M.D.L.R (YouTube)
Las letras de sus canciones están arraigando en muchos adolescentes una ideología antipolicía, ya habitual en muchos grupos antisistema, independentistas y de extrema izquierda; es habitual ver publicaciones en redes como TikTok o Instagram bajo lemas como A.C.A.B, acompañado de temas de Morad.
Incluso en los últimos disturbios en las fiestas de la Merced, algunos menores aprovecharon los incidentes para fotografiarse con vehículos policiales haciendo gestos insultantes hacia los agentes o subir videos destrozando los coches de la Guardia Urbana. Es innegable que este cantante está persuadiendo a parte de su público, generando y extendiendo un peligroso fenómeno de odio hacia la policía.
PRESENCIA POLICIAL
Una de las primeras soluciones que se vienen a la cabeza en una situación de este calibre es el refuerzo de la presencia policial. Hemos consultado sobre cómo se está intentando garantizar la seguridad en la ciudad: "Uno de los problemas es la falta de efectivos en una ciudad superpoblada como es Hospitalet, a cualquiera que le preguntas te dice lo mismo, llamas y un mínimo de 3 horas hasta que aparecen".
En muchas ocasiones, esta demora se debe a la saturación por el volumen de avisos y al factor de que al ser un área tan hostil, deben juntarse "mínimo 3 patrullas". Aun así, los vecinos protestan por el hecho de que la comisaría "está a 300 metros" y a pesar de ello "nunca" se ve a una patrulla dentro de los Bloques "a no ser que se la reclame para algo".
VECINOS ATERRADOS
Los residentes en este barrio viven aterrados por la turba de jóvenes que frecuentan las calles, temen acercarse a ellos o mirarlos: "Si te ven mirando por la ventana lo primero es que te amenazan con reventarte los cristales o cortar la luz y el agua de todo el edificio, es más, el mes pasado quemaron mínimo una docena de contenedores y se ponen en la plaza a gritar".
Algunos residentes denuncian el ambiente en los Bloques a través de diversos grupos y perfiles en redes sociales como Facebook y Twitter, pero grabarles para mostrar la realidad también tiene sus consecuencias: "Un vecino del otro bloque grabó y pasó un video de la última grabación de Morad y se han pasado días amenazándolo con reventarle la casa".
La gente del barrio insiste en el riesgo de salir con niños o personas mayores, nos detallan un hecho bastante lamentable en el que varios pequeños se fueron corriendo al desatarse una pelea frente a ellos entre un grupo de jóvenes drogados: "La cara de los críos agarrados a un adulto era un poema, se tuvieron que ir".
Para concluir, desde los Bloques de La Florida dejan claro que el barrio "va camino" de convertirse en una zona 'no-go', como ocurre en otros suburbios y barrios europeos, como por ejemplo Molenbeek o Saint Denis: "Ya hay miedo hasta de sentarse en la puerta de casa a tomar el fresco".
Los residentes, víctimas de la situación insoportable que llevan años padeciendo piden al ayuntamiento poner patrullas fijas en los Bloques tanto por el día como por la noche, "pero que no sólo pasen de largo". Creen que el incremento de la presencia policial es la solución a la problemática de este humilde barrio que unos pocos están convirtiendo en un infierno.
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